Los enemigos de la confianza no te dejan comunicarte con libertad y naturalidad. Boicotean tu comunicación y perjudican tus relaciones.
La confianza no solo se ha de ver, también se ha de sentir, tanto por ti como por tu audiencia, público, alumno o cliente. Cuanta más confianza sientas más favorable será la impresión que causes en los demás.
¿Qué seguridad me aporta el mensaje que me ofreces, si no la veo en ti? Ten en cuenta que el grado de autoridad de tu marca personal es proporcional a la seguridad con la que te comunicas.
Piensa en ello, porque te la juegas cada día que te invaden los nervios o te sientes incómodo ante la cámara o frente a un público.
La solución, conocer y hacer frente a los enemigos de tu confianza.
Voy a mostrarte cómo hacerlo.
Indice
- La verdadera confianza
- Tolerar la incompetencia o el mal comportamiento
- La retroalimentación deshonesta
- Tendencia a ignorar situaciones molestas
- Conclusiones
La verdadera confianza
Se basa en la firme creencia de que puedes manejar cualquier resultado, reto, situación o problema que te presente la vida.
Por lo tanto, está vinculada a tu manera de pensar y a cómo reaccionas emocionalmente.
Para que la confianza surja de manera natural necesitas:
- Tener un autoconcepto positivo de ti
- Admitir tus errores y aprender de ellos
- Adoptar una actitud proactiva ante los problemas enfocando tu mente en cómo solucionarlos
- Buscar el lado positivo de las circunstancias
Muchas personas admiten que les cuesta confiar debido a las malas experiencias que han tenido. Si te fijas, su foco está en el comportamiento de los demás y como ven que no hacen lo que esperan, aprenden a desconfiar.
Pero ¿y si miraran hacia adentro? Es fundamental hacerlo porque es ahí donde reside tanto el problema como la solución.
Si eres de los que han decidido crecer personal y profesionalmente, y te estás preguntando ¿de dónde viene mi desconfianza? Te será complicado mirar hacia dentro para encontrar la respuesta.
Es más fácil si indagas en lo que activa la desconfianza.
La falta de confianza está estrechamente vinculada con la inseguridad. Ese es el detonante. Por ello, detectar tus inseguridades resulta más sencillo.
Voy a mostrarte algunos de los comportamientos que más dañan tu confianza, basados en la inseguridad
Tolerar la incompetencia o el mal comportamiento
Cuando sientes que algo no está bien y lo toleras crece en ti un sentimiento de falta de autoridad. Con el tiempo este sentimiento va generando inseguridad en ti. Cada vez te cuesta más dar un toque de atención hasta que acabas por mirar hacia otro lado.
Muchas personas se sienten muy inseguras cuando han de poner límites y dar toques de atención. Temen la reacción de los demás. Si profundizaran en ese sentimiento verían que, en realidad, su mayor temor es no ser valoradas, respetadas y queridas. ¿Cómo hacer frente a esa inseguridad? Mi experiencia me ha demostrado que lo mejor es cultivar la asertividad y en concreto respetar los derechos asertivos propios y de los demás.
La retroalimentación deshonesta
Es la que dan las personas que quieren quedar bien socialmente y dicen algo en lo que no creen. Se justifican a sí mismas pensando que lo hacen para no herir los sentimientos de la otra persona. De hecho, no creen estar haciendo nada malo.
Honestamente creo que todos lo hacemos en algún momento. Es casi inevitable, porque desde niños hemos crecido viendo ese comportamiento a nuestro alrededor.
Te muestro un clásico:
“Te veo estupenda” – Mientras recibes el alago piensas, “pero qué dice, acaso no ve la mancha que tengo en el vestido, que me está super estrecho porque he engordado tres kilos… además tengo el pelo sucio…”
Otro caso muy típico:
“Qué bien te ha salido” – pones cara de póquer porque es la peor presentación que has hecho nunca. Comentas todos los errores que has cometido y aún, así la persona insiste “a mí me ha parecido bien”.
Salvo que conozcamos bien a la persona, en general la gente desconfía del feedback supuestamente “honesto”. Aparentemente lo aceptan (más bien es su ego quien quiere escuchar el alago), pero en su fuero interno, les queda ese poso de desconfianza (ya que no comparten el comentario) que a la larga daña su propia autoestima.
¿Por qué los comentarios que percibes como falsos halagos dañan tu autoestima?
Porque interpretas la desconfianza con una carencia de aprecio. Y es cierto, pero no de la manera que crees.
Presta atención, la falta de aprecio en realidad no es hacia ti, es una carencia de las personas que te hacen el halago. La próxima vez que recibas una retroalimentación deshonesta míralo desde esta perspectiva ya verás cómo pensar así lo cambia todo.
Tendencia a ignorar situaciones molestas
Ocurre cuando desconfías en tu capacitación. Fíjate bien. ¿Cuántas tareas acabas por aplazar porque no te gusta hacerlas? pregúntate ¿qué es lo que te disgusta de ellas?
Te lo digo yo, por un lado, puede ser la desgana por aburrimiento, pero la mayoría de las veces es por la tensión que te generan.
Situaciones como reparar algo, usar un programa o herramienta digital, hacer gestiones administrativas, incluso grabarse o emitir en vivo, entre otras, tensan a muchas personas por tres razones:
La primera porque se sienten torpes
Ten en cuenta que la torpeza viene dada por el desconocimiento. Una vez sabes cómo hacer algo desaparece.
La segunda porque perciben el nivel de desafío demasiado grande
Y piensan que no serán capaces de hacerlo. La solución es la misma, adquirir el conocimiento y dividir lo que tengas que hacer en tareas más pequeñas para reducir el nivel de desafío.
La tercera porque no creen en su valía
Hacen la tarea, se graban o emiten en vivo porque no tienen otro remedio, mientras una vocecilla interior les martiriza “esto no es para ti”, “para qué te has metido en este fregado”, “qué mal lo haces”… Ten en cuenta que ya estás haciéndolo. Por lo tanto, has dado un paso enorme demostrando mucho coraje. Lo demás es adquirir las técnicas que necesitas para mejorar tu comunicación y gestionar tus nervios.
Conclusiones
Recuerda, cuantas más inseguridades tengas, más desconfianza proyectas hacia los demás.
Y por el camino puedes estar perdiendo increíbles relaciones, clientes y seguidores.
Un buen comunicador busca que las personas miren más allá de sí mismo. No teme mostrarse tal y como es, porque se siente seguro y confiado. De ahí nace su carisma y naturalidad.
Identifica tus inseguridades y trabaja en ellas.
Piensa qué desafíos has logrado superar. Comparte alguno en los comentarios.